Metódico, analítico, solidario y noble son algunas de las características que describen a José Andrés Leytón Campos un joven cartaginés de 19 años, que desde pequeño fue diagnosticado con el síndrome de asperger.
Para José Andrés, enterarse que tenía esta condición no fue una limitante en su vida, pues para él nunca fue considerada como una discapacidad.
“Yo lo vi como algo normal en mí. Cuando fui conociendo de lo que se trataba el asperger entendí que era parte de mí. Es una forma de actuar y de percibir las cosas”, comentó José Andrés.
Pese a que, en algún momento de su vida fue excluido por tener el síndrome de asperger, la madurez mental de José Andrés le permitió vencer todo obstáculo que terceras personas quisieron poner en su camino.
El apoyo incondicional, el esfuerzo de sus padres por brindarle a José Andrés herramientas de terapia fue sin duda el mejor aporte.
“Mis papás me han apoyado de diferentes maneras, llevándome con especialistas y ayudándome en todo lo que sea. Una vez, siendo yo pequeño me llevaron con una psicopedagógica para entender mi funcionamiento”, dijo José Andrés.
Para este joven, lo mejor de la vida se basa en la paz interior, en buscar tranquilidad, estabilidad consigo mismo y respaldar quienes somos.
“Mientras uno esté bien, lo demás va a estar bien y tranquilo”, expresó el joven.
Sin límites para soñar
Hay un dicho que dice: “El que quiere puede” y otro que dice: “El que persevera alcanza”, estos dos refranes son un espejo en la vida de José Andrés, un joven que tras su condición le ha demostrado a la sociedad que todas las personas tienen capacidades diferentes pero dignas de ser aprovechadas.
En el 2020, José Andrés Leytón Campos se graduó del Colegio Técnico Profesional de Oreamuno, como Técnico en Productividad y Calidad. Actualmente, esta en busca de una oportunidad laboral para desarrollar sus conocimientos en el área industrial y a mediano plazo tiene como proyección continuar sus estudios a nivel universitario para sacar la carrera de sus sueños, Ingeniería Industrial.