La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) busca cambiar un paradigma histórico con el objetivo de mejorar la experiencia de los usuarios en sus establecimientos de salud, mediante el cambio a un pijama único de color celeste para hombres y para mujeres que vayan a ser hospitalizados o a realizarse algún procedimiento médico-quirúrgico.
La presidenta ejecutiva de la CCSS, la máster Marta Eugenia Esquivel Rodríguez, aseguró que esto es un hito importante, toda vez que respeta los derechos humanos y la dignidad de todas las personas, principalmente de las mujeres, quienes no van a utilizar las batas rosadas.
La jerarca explicó que no representa únicamente el cambio de color, también permite que el pijama se adapte a las necesidades de las personas usuarias, proporcionándoles mayor comodidad y privacidad; así como un trato igualitario entre hombres y mujeres.
Esta medida, que va en dirección de cambiar los roles y prejuicios de la sociedad, forma parte de las acciones enmarcadas dentro de la Política de Género de la CCSS, así lo explicó la coordinadora del Programa de Equidad de Género institucional, la máster Lorna Gámez Cruz. Esta política tiene como objetivo dar pasos seguros hacia la eliminación de toda forma de discriminación basada en género dentro de la institución.
Este cambio se hará gradualmente en los hospitales, primero como un plan piloto en el Rafael Ángel Calderón Guardia, luego seguirán todos los nacionales, posteriormente en Puntarenas, y luego, poco a poco en los demás.
El director a.i. del hospital Rafael Ángel Calderón Guardia, el doctor Jorge Chaverri Murillo, expresó sentirse orgulloso de que este establecimiento de salud sea el punto de lanza para este cambio que traerá muchos beneficios a las personas usuarias, sobre todo, a las mujeres.
El médico informó que en el hospital Calderón ya no existen las batas rosadas, sino que ya todos los usuarios cuentan con el pijama único de color celeste.
Por otro lado, el gerente de Logística de la CCSS, doctor Esteban Vega de la O, explicó que esta decisión repercute positivamente en la facilidad de la gestión porque al tener un solo color es útil para la compra de la materia prima, confección y lavado; por lo que provoca una reducción de costos para la institución.
De acuerdo con datos de la CCSS, entre enero y julio de este año se produjeron 1 152 850 piezas de la ropa hospitalaria, un 80% de lo producido el año anterior. Esto incluye además del pijama de las personas usuarias, las camisas para los auxiliares de cirugía, la camisa verde y el delantal para los cirujanos y las sábanas.
Para este tercer trimestre, la CCSS tiene una campaña de comunicación activa a lo interno, con el objetivo de promover el uso adecuado de la ropa hospitalaria, y que cada prenda que el personal tenga a disposición sea utilizada para las labores por las cuales fue diseñado.
La CCSS dispone de un presupuesto de ¢4 900 millones para la operación del área de Fábrica de Ropa, en la que trabajan 116 funcionarios en diferentes procesos como bodega de telas y producto terminado, diseño y patronaje, corte, maquila, control de calidad y mantenimiento, así servicios administrativos.