Los obispos de la Conferencia Episcopal enviaron un mensaje alentador ante tantas muertes violentas en nuestro país, además hicieron un llamado a las autoridades para tomar las medidas correspondientes.
“La vida es un don sagrado, un regalo de Dios que debemos custodiar y respetar. Cada acto de violencia, especialmente aquel que arrebata la vida de quienes dedican sus esfuerzos a proteger y servir a la comunidad, es un atentado contra la dignidad humana y contra el plan de amor que Dios tiene para cada uno de nosotros”, expresaron.
Los obispos invitaron a todas las personas de buena voluntad a unirse en oración por el eterno descanso de tantos hermanos nuestros que han sufrido muertes violentas y a orar también por sus familias que sufren su separación repentina. Que el dolor que sentimos nos impulse a renovar nuestro compromiso con la justicia y la seguridad, desde la solidaridad y el respeto a la vida.
“Asimismo, los obispos hacen un llamado a las autoridades para que redoblen sus esfuerzos en erradicar esa lacra y en la implementación de políticas públicas que aborden las raíces de la violencia. La paz no se construye solo con medidas de seguridad, sino también con educación, oportunidades y una cultura del encuentro que valore la vida por encima de todos”, concluyeron.