LA VOZ DE AMÉRICA. Los conservadores tradicionales liderados por Friedrich Merz ganaron las elecciones nacionales en Alemania, lo que aseguró que Ucrania tendrá un apoyo aún más fuerte en el país más grande de la Unión Europea y dio esperanzas de renovación en una potencia económica que ha sufrido en los últimos años.
El partido antiinmigrantes y de extrema derecha Alternativa por Alemania (AfD) registró un rápido ascenso para convertirse en la segunda fuerza política más grande del país, beneficiándose de una reacción en contra del alto número de migrantes y refugiados que la nación ha absorbido en la última década y de una serie de ataques extremistas que han sacudido su sensación de seguridad.
Se espera que Merz, quien promete unificar a Europa frente a los desafíos de Rusia y Estados Unidos, se convierta en el próximo líder del país.
Sus primeros comentarios después de que su partido fuera el más votado en las elecciones nacionales fueron palabras de apoyo para Ucrania, que conmemoraba el tercer aniversario de la invasión a gran escala de Rusia.
“Europa se mantiene inquebrantablemente al lado de Ucrania”, publicó Merz en X. “Ahora más que nunca, es cierto: debemos poner a Ucrania en una posición de fuerza”.
“Para una paz justa, el país atacado debe ser parte de las negociaciones de paz”, agregó Merz, en un aparente reproche al gobierno de Trump, que ha comenzado conversaciones con Rusia sobre el fin de la guerra que hasta ahora han excluido a Ucrania y Europa.
Merz probablemente se asociará con los socialdemócratas de centroizquierda, que sufrieron una dura derrota tras el colapso de su coalición. Pero los resultados se interpretaron como un rechazo a los partidos tradicionales, ya que AfD logró sus mejores resultados históricos, los más fuertes para un partido de ultraderecha desde la II Guerra Mundial.
La campaña se vio dominada por preocupaciones sobre la inmigración de gran escala —Merz también prometió mano dura—, así como por los años de estancamiento de la economía más grande de Europa.