“Les pido de todo corazón, que no paren de orar. Miguel necesita un milagro”. Con esas palabras, María Claudia Tarazona, esposa del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, resumió la angustia que atraviesa su familia y gran parte del país, luego del atentado que lo dejó gravemente herido este fin de semana.
El Hospital Fundación Santa Fe informó este lunes que el estado de salud de Uribe sigue siendo crítico, y que ha mostrado escasa respuesta a los tratamientos médicos. El político permanece en cuidados intensivos tras haber sido trasladado de urgencia desde Caquetá, donde fue atacado durante un acto de campaña.
Paralelamente, un juez formalizó el arresto del presunto autor del atentado, un menor de edad, según confirmó a CNN una fuente de la Fiscalía General de Colombia. El joven se encuentra bajo estricta custodia de la Fiscalía y de la Policía Nacional para garantizar su seguridad, y es representado por un abogado de oficio.
Este atentado se produce en medio de una campaña electoral. El presidente Gustavo Petro convocó a una reunión de alto nivel en Casa de Nariño, declarando que “la democracia no puede ceder ante el miedo ni ante las balas.”