Todo empresario a nivel mundial ha visto cómo eventos mundiales como una pandemia y una guerra han afectado de una u otra forma sus ganancias, por lo que implica un replanteamiento de las condiciones económicas y cómo se establece los precios en muchos productos o servicios

Guillermo Vargas Siles, especialista en finanzas y administración de la empresa VV&A, brindó una serie de recomendaciones para calibrar los precios de venta de sus negocios o emprendimientos, y así llegar a un balance entre las ganancias deseadas y un precio atractivo al consumidor.

Para cumplir con esta premisa fundamental, se deben focalizar los esfuerzos de las áreas financieras y de ventas de toda empresa o donde un emprendedor debe revisar con especial cuidado.

Dentro de las actividades habituales a validar dentro del establecimiento de precios se deben revisar los siguientes puntos. Los detallamos en las siguientes tres claves:

  1.  Costo de producto o servicio: (dato esencial y que en muchas ocasiones no es tan fácil de determinar principalmente en servicios donde muchas veces el aislar los costos asociados no es tarea fácil.) En este caso se deben tener en consideración que es normal que existan costos que son atribuibles directamente al producto o servicios y otros en que se le deben asignar por un método preestablecidos como lo pueden ser horas hombre, horas máquina, rendimiento del producto, distribución de costos fijos.
  2. La competencia: Es prudente realizar un análisis de los precios de la competencia y cómo esto influye en el patrón de consumo de los clientes. Existen productos que pueden ser categorizados de consumo máximo por lo que su precio debe ser accesible a la mayor cantidad de consumidores, en otros caso el producto se le debe agregar un componente adicional y es el valor percibido que podría provocar un aumento en el precio del producto, en este caso podría ser calidad, servicio al cliente, durabilidad o valores agregados.
  3. Política de precios: Toda empresa debe establecer un lineamiento o política de precios con el fin de establecer puntos clave como posibles márgenes de ganancia, fechas de revisión de precios, revisión de proveedores, evaluación de desempeño de rentabilidad de los productos o servicios, tendencias de mercados o gustos o preferencias de los consumidores.

“Hoy en día no solo se vive una guerra con armas si no también una guerra económica donde titanes de la económica como lo es Estados Unidos y Rusia están apostando a socavar y debilitar las económicas entre ellas, sin embargo, en este ajedrez nos vemos involucrados el resto de las naciones donde la racionalización de productos, el desvió de recursos económicos, la incapacidad de comercializar libremente y la limitación de mercadería hace que se debe estar evaluando con una mayor frecuencia cómo hacemos negocios”, manifestó Vargas.

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